sábado, 16 de marzo de 2013

No pinta bien, no...

Hace poco pudimos asistir a uno de esos eventos que deberían ser una fiesta de la retórica y una lucha con la oratoria política como arma, pero que se han convertido en un espectáculo bochornoso en el que lo que prima es la desvergüenza, la hipocresía y el descaro de los participantes y la vergüenza ajena que produce en los que tienen estómago para aguantarlo: el debate sobre el estado de la nación.

Después del evento, la valoración de los líderes de los dos partidos mayoritarios ha caído a mínimos históricos, incluso entre sus votantes. Si a alguien le ha sorprendido esto, es para que se lo haga mirar... Y es que el panorama político en España es desolador. Más o menos a la altura de lo que se ve en Italia, donde Berlusconi -con un par- se ha vuelto a presentar y ha obtenido un resultado notable, a pesar de haber estado imputado hasta en escándalos de corrupción de menores. Ahí es nada.

Volviendo al terreno patrio, dicen las encuestas que ha salido especialmente malparado Rubalcaba, siendo el peor valorado entre sus propios votantes. Yo no vi su discurso, pero no me extraña, tampoco. Lo del PSOE es para que se lo hagan mirar también. Si algo bueno ha tenido esta crisis es que ha servido -al menos a mí- para desenmascarar a este partido que se llama a sí mismo socialista, pero que no duda en aplicar políticas económicas que perjudican a la mayoría y favorecen al oligopolio de turno. Un partido que sólo se pone de acuerdo con la oposición para tumbar la ley de transparencia y para incluir un artículo en la constitución que dice que hay que pagarle al banco antes que procurar camas libres en el hospital o que pagarle la jubilación al abuelo. Muy socialista todo. Y luego está su líder, Rubalcaba, un hombre de cara afable con hechuras de Sr. Burns mediterráneo, un hombre que destila carisma por los cuatro costados... pfffff madre mia. Deberían recetar sus discursos en vez de valiums. Aún no me explico como ha sido capaz de conservar el poder dentro del partido, porque tiene menos credibilidad política que el Chiquilicuatre. Un tipo que ha formado parte de todos los gobiernos socialistas desde los tiempos de Felipe, no puede venir ahora a recetar cosas que él no hizo cuando estaba en el poder. Vale, él no era el presidente, pero qué, sólo nos acordamos de que hay que revisar el concordato con la iglesia cuando estás en la oposición y no cuando eres ministro o vicepresidente, no? Venga ya. Si me engañas una vez, la culpa es tuya; si me engañas dos, la culpa es mía. Hasta que no haya un cambio radical en la cúpula del partido, creo que estos lo van a tener bastante complicado.

Luego está Rajoy. Y éste sí que tiene carisma, pero gallego, eso sí. Un hombre capaz de decir cosas como "a veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, y eso también es una decisión". Con dos cojones. Yo pensaba que los políticos estaban ahí para eso, para tomar decisiones. No se de dónde habré sacado esa idea loca. Y lo de su partido ya clama al cielo. No me extiendo mucho porque no me quiero ir a la cama con una úlcera y porque después de un año en el gobierno ya sabemos de sobra como funciona este partido "incompatible con la corrupción". Sólo dos cosas: ojalá Bárcenas -uno de los mayores sinvergüenzas que ha parido madre, que hasta ha tenido los santos cojones de apuntarse para cobrar el paro después de su despido (?) con indemnización simulada y en diferido, y después de sus millones en Suiza... en fin- termine tirando del todo de la manta y se descubra cómo de grande es todo el pastel. Y que ojalá la Espe le eche lo que le tiene que echar y funde su propio partido, para que la gente de derechas -si hijos, tiene que haber de todo en la viña del señor- tenga más opciones que votar y podamos terminar con esa cosa del "tengo que votar a estos para que no salgan los otros".

Algunos dirán que una buena alternativa a estos dos es UPyD. Hombre, una alternativa es, pero que sea buena todavía está por ver. Cuando leí su programa antes de las pasadas elecciones quedé bastante confuso, pero a medida que han ido ganando popularidad creo que ya lo tengo más claro. UPyD es un partido que no tiene un posicionamiento político, y que juega a decir lo que ellos creen que la gente quiere oir, sin hacer enfadar a nadie, para recoger los votos de los descontentos de un lado y de otro. Más radicales que Mayor Oreja con el tema de ETA, pero proponiendo en el congreso ideas cogidas del movimiento 15M. Defienden las corridas de toros como cultura nacional y apoyan al movimento de liberación saharaui. Un poco raro no? Diría que son un poco veletas, moviéndose según sopla el viento. Yo conozco uno que era muy fan del Che, y en las últimas votó a Rosa Díez. Con este panorama, entiendo su confusión. Para aclarar un poco, os remito a este artículo. Tampoco se puede decir que Rosa esté engañando a nadie. En la entrevista que le hizo Jordi Évole lo dejó clarísimo: hará lo que haga falta, de derechas o de izquierdas, para rapiñar votos. Yo personalmente preferiría que quien gane las elecciones tenga unos principios sólidos, pero bueno, todo lo que sea quitarle votos a los dos grandes, bien estará.

Por último tenemos al otro "histórico": Izquierda Unida. Pobrecitos, más bien deberían llamarse Izquierda Desunida, porque a pesar de ser un partido pequeño, no se libran de las luchas a muerte por cualquier mísero puesto de responsabilidad que haya, y si no que se lo cuenten a Llamazares. Nunca se han comido una rosca electoral, llevan muchos años apagándose lentamente, devorados por el bipartidismo. Hasta ahora, que casi han doblado su peso en el congreso, aunque éste sigue siendo casi insignificante. Han ganado muchos votos, pero muchos menos de los que cabría esperar dadas las circunstancias sociales y políticas. Llevan la etiqueta de "comunistas", lo que en nuestro país es un estigma gracias a los 40 años de dictadura franquista, y les opone frontalmente a un tercio de los votantes. El partido comunista se legalizó durante la transición porque no se podía permitir que hubiera un partido ilegal de cara a la galería internacional y a las perspectivas de integración en Europa, pero la ley electoral se diseñó para asegurarse de que nunca tuvieran peso político real. Cuando Julio Anguita se retiró, perdieron el rumbo y todavía no lo han vuelto a encontrar. Ahora cualquier cosa que proponen es recibida con suspicacia, ignorada en el mejor de los casos o atacada furiosamente al grito de "iros a Cuba" en el peor. Les deseo lo mejor, porque creo que la salida a la crisis está a la izquierda, pero deben empezar por buscar un líder carismático y un discurso más adaptado a estos tiempos que sea capaz de convencer a la gente. Pero lo veo jodido. Los movimientos sociales espontáneos, 15M y demás, que aunque se llaman apolíticos proponen cosas que en su mayoría son de izquierdas, les han pasado por encima, y han aglutinado mucha gente. Ahora cuando IU propone algo parece que está intentando rapiñar votos entre los descontentos de las asambleas.

En fin, este es el retrato que yo pinto, a grandes rasgos, sobre la situación política española (dejando fuera a los nacionalistas y a los partidos realmente minoritarios). Parece que lo veo todo muy negro, y es que lo está. Pero la esperanza es lo último que se pierde, y aunque cada vez que recuerdo las mayorías de Camps, o veo los números en las encuestas de intención de voto al PP después de todo lo que ha caído, me sube la tensión, parece que cada vez hay más gente que se ha dado cuenta de que las cosas que hacen "los de arriba" realmente afectan a sus vidas, y de que hace falta un cambio. Y eso ya es algo.